Así que pensamos que debía haber una forma mejor de navegar sin esfuerzo y con más placer.

Anunciamos la fabricación de un hidroala de carbono adaptable a todas las tablas existentes en el mercado, mientras que todos los demás seguían siendo tradicionales con aletas. La gente pensaba que estábamos locos y que no éramos realistas. Y sin embargo, desde el principio de nuestra aventura, creímos en lo que hacíamos. Sabíamos que era todo un reto conseguir que la gente volara sobre el agua.

No dimos nada por sentado. Repetimos y repetimos nuestras pruebas y, desde el primer día, hemos sido pioneros trabajando en hidroalas de carbono, aptas para todo el mundo sin dejar de lado los aspectos ergonómicos y tecnológicos. Hemos sacudido los códigos creando conjuntos monobloque integrados y productos increíbles que han reinventado el deporte, creando foils que han ayudado a impulsar el deporte más allá de lo que nadie imaginaba.